
Rincones de nuestra Isla "Es Trenc"
Aisladas entre sí y del resto del continente durante siglos, la evolución de las especies de nuestras islas ha desarrollado su propio camino. De ahí que existan numerosas especies endémicas, únicas y propias de nuestro archipiélago que conviven con la naturaleza típica del Mediterráneo.
Aisladas entre sí y del resto del continente durante siglos, la evolución de las especies de nuestras islas ha desarrollado su propio camino. De ahí que existan numerosas especies endémicas, únicas y propias de nuestro archipiélago que conviven con la naturaleza típica del Mediterráneo.
De inmensa riqueza, el entorno natural de las islas, es uno de los patrimonios más importantes que poseemos. Ecosistemas y hábitats como salobrales y zonas húmedas, áreas de montañas, barrancos y acantilados donde habitan numerosas especies animales y vegetales.
La fauna y flora de las islas, típicamente mediterránea, concentra la mayor diversidad en su medio marino, en el que encontrarás más de 400 especies de peces, centenares de crustáceos e invertebrados y aves marinas, entre las que destaca la especie endémica de la pardela balear. Pero la joya de la corona de nuestro fondo marino es sin duda la Posidonia oceanica, planta marina que forma unas praderas que sirven de refugio y alimento a muchísimas especies, además de oxigenar y limpiar las aguas siendo responsable del color cristalino tan característico de las aguas de las islas. En el medio terrestre encontramos más de 124 especies vegetales endémicas, unas 32 especies de helechos, 31 de orquídeas, 67 especies protegidas y unas 130 introducidas, que conviven con casi 2.000 especies propias del Mediterráneo, repartidas por diversidad de hábitats.
Al sureste de Mallorca encontrarás un entorno digno de postal, con paisajes tan variados como ricos. En él, un ecosistema dunar, estanques para la extracción de sal y tierras de cultivo conviven en perfecto equilibrio a los pies de una de las playas más paradisíacas de la isla, Es Trenc.
Allá por el siglo IV a.C. los fenicios y romanos toparon con unas aguas idóneas para la extracción de la sal. Y fue ahí, en el hoy llamado Salobrar de Campos, donde empezó la atracción del sureste de Mallorca por el condimento más antiguo del mundo, una historia que se sigue escribiendo hoy en la segunda zona húmeda más extensa de la isla.Estanques de sal creados artificialmente se nutren de las cristalinas aguas de la cercana playa de Es Trenc. El clima templado de la isla, la suave brisa marina y la baja humedad de este peculiar ecosistema hace que la evaporación de agua se produzca de forma natural y espontánea. Son varias las marcas que comercializan esta sal y seguro que no te resultará difícil encontrarla y comprarla en cualesquiera de los pueblos cercanos a este maravilloso paraje como “Ses Salines”.
El Salobrar de Campos consiguió la mención de Área Natural de Especial Interés (ANEI) gracias a su ecosistema dinámico, perfectamente conservado. Considerado un paraíso para las aves, es el lugar de descanso y nidificación de especies como el flamenco, el águila pescadora o el aguilucho lagunero. Junto a su hábitat, reposa también un curioso sistema formado por franjas dunares, con vegetación adaptada a la salinidad de estas tierras.
Visitar el Salobrar de Campos augura, sin duda, una gratificante experiencia que en los días más calurosos, puedes terminar con un relajante chapuzón en las cristalinas aguas de la playa de Es Trenc. Las Salinas de Es Trenc ofrecen visitas guiadas para conocer su historia y el proceso de extracción de la sal.
El Parque Natural de Es Trenc-Salobrar es una extensa zona húmeda de unas 1.500 Ha de superficie situada dentro del municipio de Campos. Sin duda, uno de los rincones costeros más vírgenes y mejor conservados de la isla de Mallorca. Un espacio protegido de gran valor paisajístico y medioambiental, en el que se incluyen también dos de las mejores playas de la isla: Es Trenc y Ses Covetes.
El lugar fue declarado Área Natural de Especial Interés (ANEI) en 1984 y, en la actualidad, el Parque Natural de Es Trenc-Salobrar incluye diferentes zonas con condiciones climáticas y paisajísticas diferentes.
En primer lugar, se encuentra el arenal virgen de más de tres kilómetros de largo que constituye la playa de Es Trenc. A continuación encontramos un ecosistema dinámico formado por diferentes franjas de dunas con vegetación adaptada al exceso de viento, con hierbas como el cardo marino, arbustos como la zamarrilla y árboles como el pino, la sabina y el tamarindo.
El extenso humedal del Salobrar tiene un gran valor ecológico y en él hacen escala hasta 171 especies de avifauna migratoria y sedentaria, que culmina en las Salinas d’Es Trenc, un atractivo etnográfico y cultural de gran calibre.En nuestra Isla la gastronomía es muy variada, pero si por algo nos podemos destacar es por el pescado “peix” y todos los productos que nos ofrece el mar.
No hace falta sino echar un vistazo para admirar a primera vista la belleza y el atractivo de un lugar que entra por los ojos. Es Trenc, de arena blanca y muy fina, es el colofón al sistema dunar que separa la costa del salobrar y los campos de cultivo. Sus aguas cristalinas y tranquilas, con fondo de arena o algas, aptas para todo tipo de públicos, atraen cada año a miles de visitantes. Es, con casi toda probabilidad, uno de los estandartes de la isla y un lugar que sin ninguna duda es de visita obligada.